Una expresión muy común " Las palabras se las lleva el viento"
Haciendo reflexión sobre las palabras que puedan desaparecer con la fuerza del viento y aquellas que siempre estarán como una mancha de aceite derramada que nunca se evapora , cuando le llega brilla y siempre queda ahí , su marca casi es imposible de hacer desaparecer.
Las palabras que se atan son las que quedan en un escrito y por fuerza mayor deben quedar atadas y plasmadas en un pergamino , un simple papel o un documento, el paso del tiempo puede ser que hayan intereses propios de que las palabras se las haya podido llevar el viento.
¿ Qué palabras son las que no se las lleva el viento ?
LA CALUMNIA Y LA DIFAMACIÓN.
Son palabras que matan , que hieren , que marchitan y hasta pueden cambiar tu vida.
El poder de la palabra destructiva es como un veneno que vuela , se dispersa y se propaga.
Tengamos cuidado cuando nos llegan , cuando intentan envenenar nuestra mente con esos "chismorreos o falsas verdades ". Friamente pienso si existen los secretos y cómo se puede guardar un secreto. Pienso que un secreto es como un pacto verbal que no hacen falta documentos que aten las palabras , nos ata la dignidad , el respeto , la fidelidad a la amistad, el honor a nuestra persona y la complicidad a creer que aún en tiempos revueltos y difíciles , SE CONSERVAN VALORES QUE NO TIENEN PRECIO.
Leyendo un texto a primera hora de la mañana , me decido e intento compartir en mi blog , me doy cuenta que cada escrito que yo pueda leer en otros blog me sirve para mejorar , reflexionar, corregir , recibir información , conocer cosas nuevas que se comparten y esto me enriquece .
Aquí dejo el texto que me ha motivado hacer mi propio comentario sobre el título de la entrada
" LAS PALABRAS QUE NO SE LAS LLEVA EL VIENTO "
La difamación , la calumnia y la mentira .
Recopilación de una publicación de Esther de Ariño.
El mal trabaja, el mal no descansa. Mientras las buenas conciencias duermen, las fuerzas del mal maquinan asaltos, robos, violaciones, rumores nefastos, asesinatos. Y sabemos que no siempre es con un arma de fuego con lo que se puede terminar una vida. Es nuestra lengua la que puede herir, matar. Con nuestra lengua se puede hacer que una persona pierda su puesto de trabajo, se puede deshacer un matrimonio, se puede sembrar el odio entre hermanos, se puede quitar la honra de una persona con la difamación, con una calumnia... que una vez dicha es como agua derramada en el suelo
Aunque después se trate de recoger siempre quedará algo que nos haga albergar el sentimiento de la duda.
Tengamos mucho cuidado de no propagar lo que nos cuentan, sobre todo si no nos consta para nada el hecho en cuestión y seamos cuidadosos con la honra y el buen nombre de los demás, como nos gustaría que hicieran con nosotros....
Esther de Ariño.
